El incremento de abortos en 2019 en comparación con el año anterior no es dato alarmante, pero sí un indicador que parece consolidar una tendencia y que hace preciso tomar algunas medidas.
Diversas expertas afirman que la variación es muy leve e insignificante, por lo que no tiene que preocupar, aunque sí se hace necesario volver a resaltar que la disminución en el número de IVE se apoya en la educación sexual y el acceso a los métodos anticonceptivos.
Figura el hecho de que cada año la IVE se realiza de forma más temprana. En 2019 casi el 71% de las mujeres abortaron a las ocho semanas o antes. Otro 23,6% lo hizo entre la novena y la 14. Es decir, que más del 94% de las mujeres que abortaron lo hicieron antes de la semana 14.
Uno de los principales problemas que manifiestan expertas es la existencia de grandes disparidades que tienen las mujeres de las distintas comunidades y territorios al acceso al aborto y a los métodos anticonceptivos.
Si nos atenemos a los datos aportados por las diferentes comunidades autónomas, la tasa más alta de abortos la registró Catalunya, seguida de Baleares y Asturias y Madrid. Por el contrario, las que tuvieron índices más bajos fueron La Rioja, Extremadura y Galicia.
Según el informe de Sanidad, en 2019 el 14% de los abortos se realizaron en centros públicos, tanto en hospitales (6,2%) como en otros centros extrahospitalarios de titularidad pública (8,1%). El resto, el 86%, se realizaron en centros privados, concertados con el Estado.
Otro dato altamente preocupante que arroja el estudio mirado entre líneas, es el hecho de que "el 38%, es decir casi 40 de cada 100 mujeres que han abortado afirman no haber utilizado métodos anticonceptivos. Sigue preocupando este dato porque en el acceso a los anticonceptivos siguen existiendo lagunas importantes que afectan de forma importante a mujeres pobre o a mujeres en al ámbito rural.
Una de las grandes lagunas que presentan los informes que año tras año recopila el Ministerio de Sanidad, es para las expertas el hecho de que hay datos que no están. Preocupan las mujeres que necesitan abortos a partir de la semana 22 de embarazo. Aquí los datos son opacos. La estadística sólo refleja los que efectivamente abortaron, peor no los casos que fueron rechazados, ni cuantas mujeres en esta situación tienen que viajar a otro país a realizarse un aborto porque el comité clínico te que las tiene que autorizar las deniega.
Existe una disyuntiva entre el método farmacológico para abortar y el quirúrgico. Y parece que el primero se va a ofrecer con más frecuencia en el Servicio Público de Salud porque es más barato y requiere menos formación y esto no va a cubrir las necesidades de las mujeres. Es preciso quitarle el estigma. Porque no todos los médicos objetan por motivos morales. Muchos lo hacen por el desprestigio que el aborto tiene en la clase médica.